Alguna vez estuve, grave y lamentablemente sola. Tan lamentablemente sola, que ni siquiera lo sabía.
Entonces percibí perpleja cuando alguien se acercaba, que esa presencia estaba destinada a mostrarme, muy tierna y simplemente, todas aquellas cosas, que no tenía.
Y te exhibí mis miedos, mis penas y mis dudas. Pero me llevaste al cielo, reconstruyendo cosas en el tiempo perdidas.
Con estos tiempo nuevos, de un hombre y una mujer tan increíblemente llenos, de amor y pasión.
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